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Costello vuelve a juntar fuerzas productivas con Sebastian Krys, repitiendo una entente que en su día les llevó a conseguir un Grammy con el Look Now firmado por Elvis Costello & The Imposters. Ahora las circunstancias son harto diferentes en muchos aspectos, comenzando por las logísticas impuestas por el coronavirus. Ello explica que la obra se haya concebido, tocado y grabado en tres espacios geográficos diferentes como son Helsinki, París y Nueva York.
Quizás se trataba del objetivo final, pero si algo exhibe Hey Clockface es una excesiva diversidad, algo ya consustancial a la apuesta siempre elegante y un punto excéntrica de Costello, pero en esta ocasión cercana a la dispersión. En la capital finlandesa el estimulante músico británico grabó a solas el pasado febrero tres singles, con sus letras más urgentes e intensas como en "No Flag." De allí saltó en seguida a París para concentrarse durante un fin de semana con el Quintette Saint Germain en la grabación de nueve composiciones de corte pop-jazzístico sin estridencias. Su pianista de siempre, Steve Nieve (el único miembro de los Imposters que participa en el álbum) , había reclutado el citado cuarteto francés de cuerda, y con ellos firma por ejemplo del spoken word "Revolution #49" del arranque, o hermosos ecos de Reinhardt y Grapelli en "I Can't Say Her Name." Y de allí a unas sesiones neoyorquinas a distancia, con el coronavirus ya atacando, y con protagonismo de, entre otros, gloriosos guitarristas como Bill Frisell y Nels Cline.
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