La soprano española Silvia Schwartz debutará en París junto a los cantantes de rock Sting y Elvis Costello en Welcome to the Voice, de Steve Nieve, una ópera rock experimental que estrena hoy el Teatro parisino del Châtelet. Para la artista española, formada en Londres, Madrid y Berlín, protagonista femenina de la pieza, no es éste su primer papel estelar, pues a sus 26 años hace ya tres que trabaja en la Opera de Berlín, junto a Daniel Barenboim y otros grandes maestros. Sí es, en cambio, un papel por completo inusual en la rigurosa trayectoria seguida "desde que a los cuatro o cinco años quería ser cantante de ópera". La primera sorprendida fue ella misma, pues le propusieron compartir "voz" y pasión dramática con el líder del grupo The Police y con Costello tras una audición para las Vespro della Beata Vergine, de Claudio Monteverdi, que interpretará en enero en el Châtelet. "Fue, recordó, una audición extraña" en la que le hicieron cantar bastante más de lo habitual, para al final proponerle un espectáculo que le ha abierto las puertas a un universo "totalmente ajeno".
El equipo de esta ópera, en la que cada cual conserva su registro musical, lírico o rockero, incluye al cantante del grupo británico Fiction Plane, Joe Sumner, a las sopranos Anna Gabler y Sonya Yoncheva, y a la mezzosoprano Marie-Ange Todorovicth, con dirección escénica de Muriel Teodori, y musical de Wolfgang Doerner. "Es como si me hubiesen encendido una luz", resumió Sylvia Schwartz.
Sting y Costello, explicó, "cantan sus canciones" y se acercan al escenario "de otra manera", "juegan mucho con la entonación y sobre todo con los ritmos", y se toman "mucha más libertad" también para dirigirse al público. A su lado, durante cinco noches, la soprano será la cantante Lilly, cuya voz descubre la ópera a un obrero metalúrgico (Sting), quien además se enamora de ella con locura, pese a los esfuerzos del comisario de policía (Costello) por alejarle de la bella cantante.
Acostumbrada, como todo el mundo, a ver a esas celebridades del rock "como si no fueran reales" y solo "viviesen en las revistas", la protagonista de Welcome to the Voice dice "pellizcarse" a veces para poder creer lo que le está ocurriendo. Curiosa confesión de una artista que a todas luces parece llamada a ser una de las grandes figuras de la lírica española del siglo XXI.
La voz -dice- "es como un regalo que me ha caído del cielo" y que podría perder «mañana mismo»; una suerte, "un regalo de Dios" para "compartir con cuantas más personas pueda" hasta el día en que deje de tenerla.
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