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"Guardo de San Sebastián recuerdos imborrables. El concierto con el recordado Allen Toussaint, el que hice con los Sugarcanes y Kris Kristofferson en aquella plaza preciosa, el de la playa...". Evocando sus sucesivos pasos por el Jazzaldia de 2007, 2010 y 2013 responde afable y locuaz Elvis Costello desde Vancouver (Canadá) donde, cuando no está de gira, "lo que ocurre buena parte de año", apunta, tiene fijada una de sus residencias junto a su mujer, la pianista y cantante de jazz Diana Krall, y sus gemelos de seis años.
El músico y compositor nacido hace 61 años en Liverpool como Declan Patrick MacManus retorna en plena revisión de una carrera multidireccional (casi 30 discos ligados al punk nuevaolero, el pop sofisticado, el R&B, el country, el jazz, la música de cámara, las bandas sonoras o el rock con raíces) que pasa por la voluminosa y confesional biografía Unfaithful Music & Disappearing Ink (Música infiel y tinta invisible, en la edición española de Malpaso, de casi 700 páginas) y sobre todo por la gira solista 'Elvis Costello Detour' que, aparcando a sus Imposters, inició hace año y medio.
Una 'desviación', capturada en el DVD Detour, Live at Liverpool Philharmonic Hall Featuring Larkin Poe que, tras parar en Zaragoza y Madrid, recreará en el Kursaal el lunes con un recital cercano, visual, íntimo e informal en el que el Elvis de Liverpool dará vuelta a temas de la andadura de cuatro décadas que inicio con su debut, producido por Nick Lowe, Mi aim is true (1977).
- El enfoque de esta gira contrasta con su concierto masivo de hace tres años en La Zurriola. Parafraseando su título ¿busca 'desviarse' del guión? ¿Hacer las cosas de otra manera?
- Esa es la idea. El nombre de la gira es bastante expresivo, trato de buscar una nueva presentación y un nuevo enfoque interpretativo de mi repertorio más amplio. Trato de ser imprevisible, de no estar atado a un cancionero que se supone debo tocar de una forma en busca de aplauso fácil. Lo mismo puedo tocar una guitarra muy amplificada que una canción al piano, la acústica o hasta el ukelele, o puedo transformar una balada en un tema frenético o al revés, rescato un tema intenso y lo desnudo enfatizando la letra
- Así que suele cambiar cada noche el repertorio.
- Sí, no hago dos conciertos iguales Me dejo llevar por la vibración del momento, dejando que la cosa discurra de manera natural y aleatoria. Intento ser poco ortodoxo, sobre todo al tocar éxitos o temas más conocidos. Me parece que dejarme llevar por mis instintos da más fuerza a mis actuaciones. Esta gira me da además la oportunidad de jugar visualmente, el set incluye una gran pantalla de televisión, donde van apareciendo imágenes de mi vida relacionadas con la canción o incluso gente anónima de la ciudad que visito. Busco nuevas formas de actuar, sin sentir que estoy engañando al público.
- Su gira revisionista ha coincidido con la edición de su autobiografía.
- Sí, pero ambas no forman parte de un guion establecido, han coincidido en el tiempo. Hace cinco años decidí que era el momento de retomar lo que empecé a hacer antes de los 30. Entonces pensé que era pronto para recapitular y lo aplacé. Pero hace unos años me di cuenta de que, como no paro de hacer cosas, acabaría olvidando todo. Asi que me puse a ello, pero la muerte de mi padre (el trompetista y cantante de jazz Ross McManus, fallecido en 2006) que tanto influyó en mi pasión por la música, me hizo ver que tenía que hacer un libro sin criterio cronológico, guiado por las emociones. Aunque a alguna gente le frustre que no haya un índice referencial ni el enfoque historicista habitual.
- Como banda sonora de su biografía se ha editado también la doble recopilatorio Unfaithful Music & Soundtrack Album. ¿Se ve reflejado en él?
- Claro, porque la selección está hecha como complemento del libro, ya que sigue su criterio disperso y no cronológico. Algunos éxitos aparecen en tomas de estudio, faltan algunos temas obvios y se incluyen otros no escuchados (una colaboración con Rosanne Cash y Kris Kristofferson de 75) pero todas los temas (38) dicen mucho de mí o representan un momento especial por razones que se entienden mejor con la lectura.
- Como 'veterano inquieto' ya cavila nuevos proyectos para después de su gira Detour ¿Cuáles son los más inmediatos?
- Llevo un par de años trabajando en un nuevo álbum con Burt Bacharach; será como extensión de las canciones de nuestro primer disco juntos -Painted from memory (1998) - pero con algunas de las canciones que tengo escritas. En este punto de mi carrera solo me apetece volver al estudio para proyectos concretos como éste o como los que hice con Toussaint T Bone Burnett Secret, profane & Sugarcane, 2009) o The Roots (Wise up ghost, 2013). Aunque, para mi desgracia, últimamente soy muy productivo y no puedo compartir con la gente todo lo que hago, por eso suelo aprovechar los conciertos para estrenar alguna cosa. Espero poder hacerlo también el lunes en San Sebastián.
- Desde Delivery Man (1994) parece más interesado por la música americana con raíces.
- Puede, pero tiene mucho de casual. Me gusta componer y grabar canciones con una unidad narrativa relacionadas con un marco geográfico a veces mítico, como el Misisipi o Nashville, pero no siempre. Por ejemplo un disco dedicado a Nueva Orleans como River surgió en Nueva York con Allen Toussaint tras la catástrofe del Katrina. Simplemente compongo reaccionando a mis sentimientos. La gente espera que compongas de manera unitaria para un álbum, pero a mí me ocurre que puedo escribir cinco canciones en una línea y otras tantas en otro estilo, también válidas.
- Su lista de colaboraciones es impresionante. ¿De cuáles está más orgulloso?
- No lo sé. En un primer momento, algunas me han parecido como un sueño. Como cuando fui invitado a cantar con Tony Bennett y Count Basie o cuando como, habiendo sido de niño un gran fan de los Beatles, te llama Paul McCartney. Pero también he trabajado con gente no tan conocida que me ha enriquecido más.
- Aunque en su último paso por el Jazzaldia coincidió con su mujer Diana Krall, que clausuró el festival, no parecen buscar la confluencia musical.
- Mi mujer y yo tenemos carreras diferenciadas y está bien que así sea, lo que no quita para que disfrutemos de las cosas que ocasionalmente podemos hacer juntos, sea canciones. películas o actuaciones especiales para eventos benéficos... El problema es que entre las grabaciones ocasionales, los conciertos con los Imposters y las giras me cuesta encontrar tiempo para hacer todo lo que tengo en mente. Además, tampoco quiero ser egoísta y reservarlo todo para mi, tengo una familia con la que también quiero compartir muchos momentos cotidianos.
- ¿Cómo ve su propia evolución casi 40 años después de su debut?
- No tengo esa perspectiva global o periodística Ni siquiera creo que los cientos de canciones que he compuesto me retraten por completo. Cuando comencé la letra marcaba de alguna manera la pauta. Ahora dejo que la música fluya. Me gusta tener sensación de aventura o desafío Sigo teniendo como máxima hacer siempre cosas diferentes. El problema es si dejas de sorprender o tus discos no son suficientemente buenos.
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