Empieza la temporada de verano en Madrid y, como ya es tradición, empiezan los conciertos de Las Noches del Botánico. Para quien no conozca las noches del botánico, sólo decir que es uno de mis sitios favoritos en la capital para disfrutar de la música. Un aforo perfecto, ni grande ni pequeño, en medio de un jardín, con olor a jazmines, la brisa de la noche madrileña, el lugar perfecto para una velada musical, con una organización exquisita y unos músicos de lujo. Entre el público vemos caras conocidas, me parece ver a Coque Malla y a Juan Aguirre, y es que las noches del botánico son para el público, pero también son "muy para músicos."
Este año tocaba abrir a Elvis Costello con Seu Jorge de telonero. El brasileño traía su guitarra, un gorro, una taza y un repertorio homenaje al fallecido David Bowie como para quitarse el sombrero: "Ziggy Stardust," "Changes," "Oh! You Pretty Things," "Rebel Rebel," Rock 'n' Roll Suicide," "Lady Stardust," "Space Oddity" y para terminar "Life on Mars" con un sonido que nos transporta a las favelas de Río, con un sentimiento de esos que hacen que la canción te suene por dentro… como cuando alguien te canta al oído… con la dificultad que supone versionar a Bowie pero con la delicadeza y el respeto que sabe imprimir Seu Jorge, sin caer en el esperpento como haría un artista de versiones clásicas de cuyo nombre no quiero acordarme… ya sabéis… El caso es que al menos yo me quedé encantado y deseaba que no terminase, porque la música, cuando sale del corazón, sólo necesita una guitarra y un poco de lo que los flamencos llaman duende y los bluesman llaman groove, seguro que en Brasil también tiene un nombre…
Con la noche cerrada y sale a escena Elvis Costello con su banda, The Imposters. Con un público incondicional, levanta la mano a modo de saludo y estalla la ovación; y es que Elvis es uno de esos músicos que ya no tienen que demostrar nada a nadie desde hace muchos años, pero, aun así, sigue sorprendiendo día a día versionándose a sí mismo de mil maneras. Steve Nieve, su fiel escudero a los teclados, Davey Faragher al bajo, Pete Thomas a la batería y dos coristas que cantan como los ángeles son sus compañeros de viaje en esta gira 2018.
Suenan los primeros acordes de "Wonder Woman," el sonido es algo flojo, sumado a los típicos que van a los conciertos a charlar, bien por invitación, bien porque les sobra el dinero, bien por estar en la farándula… enturbia un poco la calidad musical que siempre nos brinda Elvis Costello. Seguramente yo sea un poco radical, pero en ciertos conciertos prohibiría charlar y en todos los conciertos prohibiría los móviles.
El sonido se va arreglando con "Girls Talk" y "Clubland," lo podemos apreciar perfectamente porque los fotógrafos estamos situados alrededor de la mesa de mezclas (una extraña costumbre últimamente con algunas bandas que dificulta el trabajo de fotógrafos y que no tiene culpa la organización, aun así, conseguimos traer las imágenes que veis pese a la dificultad de la distancia y la iluminación).
La voz de Elvis flojea un poco, algunos agudos que se quedan cortos, alguna nota fuera de tono… y es que Elvis venia de recuperarse de una cirugía y debido a esto, unos días después, ha tenido que cancelar algún concierto. Pese a todo, se echó el concierto a sus espaldas y lo sacó adelante, con ese carácter duro que tienen los norteños que les impide rendirse ante nada. Uno de los momentos mágicos de la noche es cuando canta "Alison" entre las coristas, luciendo sombrero rojo, esta vez sin los Imposters. "Accidents Will Happen" la canta con Steve Nieve, formando ese dúo único que no necesitan ni mirarse para saber lo que piensa el otro. "She" es tarareada por todo el público, esta se la saben todos. Otro momento especial es cuando interpreta al piano "Adieu Paris" y el recuerdo a su amigo y compañero fallecido Alain Toussaint con "On Your Way Down."
Elvis Costello domina con maestría todos los estilos, pop, rock, funk, reggae, jazz. Tiene unas tablas que sólo las dan los años y gracias a todo eso consigue salvar un concierto que comenzaba regular, a eso y a la enorme banda que le acompaña. Desde aquí nuestro agradecimiento a la organización y por muchos años más de estas maravillosas Noches del Botánico.
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